RENIKA:
La reina de Bellea es una ninfa varios años mayor que su esposo, el rey Cárdice de Loig, aunque físicamente no lo parezca, ya que su figura se ha deteriorado mucho menos con el paso de los años. Su rostro sí que es el de una ninfa mayor y su cabellera rubia ya no resplandece como en su juventud, tiempo en que era conocida en todo el planeta por su extraordinaria belleza y su gran corazón. Se casó con el Rey Cárdice para anexionar el reino de Bellea al reino de Loig, aunque con los años las ninfas de Bellea solo han ganado económicamente con el cambio. Casi siempre viste una capa similar a la del Rey, pero la suya en vez de ser roja, es de color rosa con el emblema de Bellea. Al contrario que a su marido, a ella sí que le gusta llevar puesta la corona, la cual solo se quita para dormir. Renika es un ejemplo a seguir para su hija Tara, que es la que más se le parece, porque esta admira su carácter ponderado y que siempre se ha desvivido por sus hijos, a los que les desea que no tengan un futuro tan determinado como el suyo, ya que su progenitora, la Reina Vinner, siempre tuvo claro desde que la parió que la casaría con algún rey, debido a las dificultades económicas que atravesaba su reino, como consecuencia de que en Bellea siempre han priorizado la naturaleza a la industrialización, tan desarrollada en Loig o Wally Manchur. Aunque su policía y su ejército se fusionaron con los loignianos, muchas de las leyes y fueros que poseían los habitantes de Bellea los siguen manteniendo, y eso fue gracias a Renika. Además, instauró un grupo de ministras elegidas por votación y, aunque a su marido siempre le pareció una tontería, mejoró las relaciones con todos los reyes de las numerosas tribus de duendes de su reino, atendiendo a todas las peticiones que le fue posible cumplir. Para su vida en Regidom se rodeó de una comitiva de ninfas, entre ellas “Las Cinco Top”, que le facilitaron enormemente la vida entre los morlacos.
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