BURNIEGOS:
Son unas aves salvajes de Astoon, que solo se encuentran en la zona centro-Norte. Su carne es muy rica en proteínas y, gracias a las numerosas recetas que hay para cocinarla, es de las preferidas entre la mayoría de especies astoonianas. Físicamente son muy parecidas a los gansos, aunque la mayoría tienen el plumaje negro o gris oscuro.
MELSAS:
Enormes mamíferos, tan grandes como lentos, con una capacidad avanzada para el camuflaje. Son los animales terrestres más grandes del planeta Astoon y, aunque no tienen pelo, su dura piel les resguarda del frío y les dota de su asombrosa capacidad de ocultarse con el medio que les rodea; puedes estar caminando por encima de una melsa pensando que lo haces sobre nieve, tierra o piedra. Además, poseen una gran flexibilidad con la que son capaces de desplazarse entre los árboles sin problemas. Existen muy pocos ejemplares de melsas en Astoon, y se encuentran todos en las “Tierras Salvajes” ya que para ellos es imposible subir los acantilados. No es una especie originaria de Astoon, sino que fue exportada de Celesta, aunque nadie sabe cómo ni porqué.
GALUPANES:
Enormes cefalópodos de los mares de Astoon que tienen un llamativo color dorado, el cual es mucho más resaltable en la superficie cuando la luz anúbica se refleja en sus innumerables escamas. Tienen forma de calamar y sus cuerpos pueden llegar a alcanzar los cincuenta metros. Sus tentáculos, ubicados en su parte trasera, tienen mucha mayor longitud una vez que los despliegan. Además, en su parte delantera poseen una enorme boca llena de afiladísimos y grandes dientes. Su voracidad es famosa entre las especies pescadoras del norte, incluso hay una frase muy común que suelen recitar: “comes más que un galupán”.
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